Descripción
¿Para qué sirve la Espuma Micelar La Roche-Posay?
La Espuma Micelar La Roche-Posay es un producto de limpieza facial suave, diseñado específicamente para pieles sensibles. Su fórmula con micelas purificantes elimina eficazmente impurezas, maquillaje y exceso de grasa sin resecar ni irritar la piel. Esta espuma micelar es ideal para mantener el equilibrio del microbioma cutáneo y promover una sensación de frescura y limpieza profunda diaria.
Modo de uso con guía paso a paso
Para obtener los mejores resultados con la Espuma Micelar La Roche-Posay, sigue esta guía de uso facial:
Beneficios clave
La Espuma Micelar de La Roche-Posay aporta múltiples beneficios para la piel:
- Elimina impurezas y maquillaje de forma eficaz.
- Respeta el pH natural y no altera la barrera cutánea.
- Hidratación ligera sin efecto graso.
- Testado dermatológicamente y apto para pieles sensibles.
- Fórmula con agua termal calmante y agentes micelares de alta tolerancia.
Ingredientes y composición
Fórmula enriquecida con ingredientes seleccionados para el cuidado dermatológico:
- Agua Termal La Roche-Posay: efecto calmante y antioxidante.
- Glicerina: humectante natural que hidrata sin obstruir los poros.
- Poloxamer 124: agente limpiador suave, ideal para piel reactiva.
- Coco-betaína: surfactante derivado del coco, no irritante.
- pH fisiológico: formulado para respetar la acidez natural de la piel.
Contraindicaciones
La Espuma Micelar La Roche-Posay es adecuada para todo tipo de piel, especialmente piel sensible. Sin embargo:
- Evitar el contacto directo con los ojos.
- No utilizar en caso de alergia a alguno de los ingredientes.
- No aplicar sobre piel irritada o con lesiones activas sin consultar al dermatólogo.
Precauciones de uso
- Mantener fuera del alcance de los niños.
- Almacenar en un lugar fresco, seco y alejado de la luz solar directa.
- Usar dentro de los 12 meses posteriores a la apertura.
Opinión farmacéutica profesional
Como profesionales en dermofarmacia, recomendamos la Espuma Micelar La Roche-Posay como parte fundamental de cualquier rutina de limpieza facial diaria, especialmente en pieles sensibles o reactivas. Su fórmula no comedogénica, sin jabón ni alcohol, asegura una higiene respetuosa sin comprometer la protección natural de la piel. Es ideal como primer paso en rutinas antiaging, hidratantes o despigmentantes.
Recomendamos complementar con el uso de un tónico hidratante o serum calmante posterior, y finalizar con protección solar durante el día.





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